martes, 31 de enero de 2012

VALOR ENERGÉTICO DE LOS ALIMENTOS O VALOR CALÓRICO


Todas las sustancias nutritivas que se absorben tienen como objetivo proporcionar al organismo la energía suficiente para que pueda realizar, eficazmente y con el menor coste posible, todas sus funciones y, además, proporcionar el material constitutivo necesario para ir reponiendo las pérdidas propias que se producen durante el desarrollo de estas funciones.
El hombre consigue esta energía a través del proceso de oxidación de los nutrientes que se ingieren a través de la alimentación.
El valor energético o valor calórico de un alimento es proporcional a la cantidad de energía que puede proporcionar al quemarse en presencia de oxígeno. Se mide en calorías, que es la cantidad de calor necesario para aumentar en un grado la temperatura de un gramo de agua.
Los alimentos contienen cantidades diferentes de energía; ésta es la razón por la cual cada grupo de nutrientes -glúcidos, lípidos o proteínas- tiene un valor calórico diferente y más o menos uniforme en cada grupo. Los alimentos ricos en grasa tienen un contenido energético mucho mayor que los carbohidratos o proteínas.
No todos los alimentos que ingerimos se queman para producir energía, una parte de ellos se usan para reconstruir las estructuras del organismo o facilitar las reacciones químicas necesarias para el mantenimiento de la vida. Toda la energía que acumulamos en el organismo como reserva a largo plazo se almacena en forma de grasas.
Por otra parte, el metabolismo es el proceso de descomposición del alimento para uso como energía. El aumento de actividad provoca aumento en el metabolismo, ya que el cuerpo requiere mayor combustible y con la disminución de actividad el cuerpo continúa almacenando energía en células grasas y no la usa. Por lo tanto, el aumento de peso es el resultado del incremento de la ingesta de alimento, reducción de actividad o de ambos.
Con la nutrición el organismo recibe, transforma y utiliza las sustancias químicas contenidas en los alimentos. Los nutrientes son unas sustancias necesarias para aportar los materiales esenciales para el desarrollo y funcionamiento del organismo, aportanto la energía necesaria para realizar actividades vitales.
De manera general, los alimentos se dividen en formadores, reguladores y energéticos. 
  • Formadores: favorecen la formación de masa muscular (carnes, pescados, huevos, legumbres, lácteos). 
  • Reguladores: hacen más fácil la absorción de los dos grupos anteriores, además de normalizar y equilibrar cada proceso del organismo. Este grupo de alimentos lo conforman las frutas y verduras. 
  • Energéticos: aportan energía para desarrollar cualquier actividad física o psíquica. En la medida que sean mayores estas necesidades mayor será la ingesesta de este tipo de alimentos. Básicamente hay dos tipos de alimentos energéticos: hidratos de carbono (arroz, pastas, azúcares, aceites y frutos secos) y las grasas. Estas últimas son procesadas por el hígado y se almacenan con mayor faciidad que los hidratos de carbono.
Para lograr una alimentación energética equilibrada, bastaría con consumir alimentos de cada uno de estos grupos en nuestra dieta diaria. Pero si buscamos un pequeño aporte extra de energía natural existen una serie de alimentos naturales que nos ayudarán de manera excepcional a remontar la sensación de fatiga y cansancio.

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